lunes, 30 de abril de 2012

Pulau Pangkor

Salimos de Tanah Rata convencidos que llegaríamos a nuestro siguiente destino, Pulau Pangkor, relativamente rápido. Pero ni el madrugón que nos pegamos, ni el destino, quiso que nos salváramos de un día entero de viaje. Tendríamos que habernos bajado en la parada de Tapah, y de ahí, enlazar una nueva guagua con destino Lumut. Esta parada nos la saltamos, nadie nos dijo que habíamos llegado ahí (el chófer siempre te avisa) así que continuamos el viaje en la guagua hacia su destino final, Kuala Lumpur (previo cambio de guagua por avería,... la guagua hizo puff!! Y empezó a salir humo del motor). Pero ¿Qué hacemos en Kuala Lumpur? ¡No tendríamos que estar aquí! En fin, lo único en lo que podíamos pensar era en solucionar eso, así que desde la misma estación de KL nos cogimos otra guagua para que nos llevase a donde íbamos, pero ahora tendríamos que hacerlo escalonado: KL-Ipoh-Lumut-Pulau Pangkor. Un jaleo y dinero extra. 

Llegamos a la isla (Pulau es isla en malayo) y era de noche, así que no nos quedó más remedio que coger un taxi para que nos llevase al lugar donde se encuentran todos los alojamientos baratos (en situaciones normales, hubiéramos hecho los 6km caminando, como hicimos a la vuelta). Encontramos un lugar regentado por un rasta que tenía los mejores precios y el sitio era agradable, colindante con la selva y en una cabaña imitando la forma de una tienda de campaña canadiense. El lugar está limpio y es acogedor y tranquilo. Hay que tener en cuenta que los malayos viajan los fines de semana, así que si llegas a un lugar un viernes, independientemente del mes del año que sea, es temporada alta. Y eso nos pasó a nosotros, era jueves, y los precios en la isla habían subido de repente, por eso, los 30 ringgits que nos pidió el rasta no nos pareció tan mal en comparación con los precios que en la isla había. 

Pulau Pangkor es tropical (hay tormentas a diario por unas horas, normalmente por la noche), bonita y tranquila (a pesar del turismo local que había) y el agua del mar está más fresca de lo normal por estos lares. Esto fue una grata sorpresa,... Cuando sientes ese calor, que ni con una ducha alivias, que el mar esté fresco, es un regalo. Por eso, es el lugar donde más tiempo hemos invertido en horas en la playa. A la sombra de los árboles, y bañándote cada dos por tres, era más que soportable. A esto se une que estábamos en una playa que daba al oeste, por tanto, las puestas de sol estaban aseguradas. Al final disfrutamos de la isla, sus paisajes y animales (monos, cienpiés gigantes, y de los cálaos, unos pájaros tropicales típicos de Asia).

 



Muchas gracias `por leernos y por los comentarios. Muchos besos y hasta la próxima.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primos!!!! que ave mas rara y bonita a la vez, lo de los viajes en guagua....pffff yo no se si los aguantaria jeje, estoy asombrada de los sitios tan bonitos y paradisiacos. Espero que sigan muy bien, muchos besotes.

Mariví.

Anónimo dijo...

Ceci, que morenita estás y yo por aquí blanca como las cartas y mala de gripe por los cambios de temperatura que estamos teniendo, el viernes lloviendo y de repente el domingo todo despejado... y luego dicen que no hay cambio climático...
muchos besitos a los dos!!!

FAY

PD: ¿hay planes de regreso o todavía siguen con espíritu aventurero?

Ana, Valen y Valentín dijo...

Hola hermano, que envidia de playas y paisajes, me alegro de que estén bien. Cuando lleguen aquí, no vuelven a coger una guagua en mucho tiempo... Besitos

Rebe dijo...

rubia! guapa! bombón! <3

Yurena dijo...

RUBIA PRECIOSA!!! ven yaaaaa!!!