viernes, 27 de abril de 2012

Cameron Highlands: Tanah Rata

Hasta aquí nos vinimos para sentir ese fresquito que ya pedíamos a gritos tan característico de esta zona, pero no sólo nos hemos encontrado con esto. Conseguimos un alojamiento barato, con baño dentro (BB inn, 25 ringits) y con una gente y un paisaje preciosos. Preciosa la gente, amable, con interés por saber cosas de nuestro país, con cultura,... Como mínimo en Malasya la gente habla dos idiomas, aunque casi siempre hablan tres. Eso hace que las ventanas mentales estén más abiertas que en el resto de sus países vecinos, lo que se traduce en mayor interés por el turista (no muerden la mano que les da de comer), un país con precios fijos, lo que hace que no te sientas como un mero cajero expendedor de dólares o euros. Esto da tranquilidad, menos gasto energético y te da la posibilidad de disfrutar de las cosas desde otro ángulo. 

Tuvimos el inconveniente de la lluvia. Hizo acto de presencia cada día, aunque eso no nos importó mucho. Lo único fue que no pudimos realizar uno de los muchos trekkings que puedes hacer por tí mismo y sin necesidad de guías por medio de la selva. Sin embargo, disfrutamos del pueblo y de una de las granjas de mariposas que hay y de campos de té. Aunque están cerca del pueblo, hay que coger una guagua para que te acerque porque está a unos 8 km cada una de las visitas que hicimos en una carretera de montaña. Pero nosotros optamos por hacer autostop. Sabíamos que en Malasia es fácil, que la gente no es desconfiada y que te paran en seguida. Y efectivamente, no pasó ni 5 minutos desde la primera vez que sacamos el dedo para que un coche nos parara. Era una chica malaya, de origen indio, acompañada de una amigo, también de origen indio, que vive en Singapour. También iban a las plantaciones de té, así que para allá nos fuimos con ellos. Casi que la primera pregunta que nos hacen es ¿qué está pasando en España? Les hablamos de nuestra visión, les contamos lo que los medios no cuentan,... No dan crédito. Con ellos nos vamos de vuelta, pero su destino es otro, así que nos dejan en el cruce de la carretera principal. Nos empieza a llover, así que con chubasquero puesto, dedo que te pego y nos para un chico con su camioneta. Nos hace hueco en la cabina y nos deja en el mercado de Tanah Rata, donde nos vamos a comer en el único puestito que queda abierto. Allí nos zampamos un platazo de pollo con arroz y demás cosas en un puesto indio. Delicioso, 5 ringits. La lluvia es muy densa y ese día ya no podemos hacer más. Nos empapamos 4 películas del canal de pelis del hotel,... Para nosotros tener tele con satélite es todo un lujo!!!





Proceso de transformación del té. La entrada es gratuita.

El almuerzo del mercado.

Al día siguiente, ya emocionados con lo maravillosa que es la gente, después de desayunar el roti canai en el mercado por 1 ringit (por cierto, la masa nos sabe a croasan, deben tener ingredientes comunes), nos disponemos a hacer dedo. Nos paran rápido, los coches que no nos paran se disculpan porque van llenos,... Nos hace gracia esta actitud,... nos gusta. Nos dejan en la puerta de la granja de mariposas. Hay dos, una al lado de la otra, elegimos una al azar y esto es lo que vimos.
 
 
 
 Escarabajo rinoceronte
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Insecto palo.
 Insecto hoja.
 Serpiente arborícola.
 

De aquí nos dirigimos caminando a la granja de fresas, que tampoco tiene más sentido que el mero hecho de ver cultivos de fresas, pero pudimos degustar una brocheta de fresas con chocolate, rica, rica! Era pronto, el hacer dedo hace que llegues antes a los sitios, así que optamos por caminar los 9 km que nos separaban de Tanah Rata.... Ya había mono de treking.
 
 Ummmmm...
Carretera por la que se llega a Tanah Rata.
Aquí los helechos llegan a ser como árboles.

Esa noche, en el lugar donde habíamos ido a cenar las anteriores, un lugar sin nombre, sin menú, sólo una señora con calderos y una plancha para hacer chapatis, cuando estábamos por la tercera chapati, mojeteando en la salsa, se sienta un señor malayo, de origen chino, jubilado, para comerse su arroz con. Y sin venir a cuento, nos pregunta si nos puede invitar a un té. En principio dudamos, no solemos beber té por la noche por eso del insomnio, pero nos pidió por favor que aceptáramos. Nos pregunta de dónde somos, empieza a hablarnos de los resultados de los partidos de la Champion, y cuando termina su comida, se nos acerca para despedirse e indicarnos que nuestra cena está pagada. Nos invitó a cenar y aún no sabemos por qué. No quiso nada de nosotros, ni siquiera conversación. Nos quedamos estupefactos, sin saber reaccionar. Por supuesto le dimos la mano dándole las gracias, pero sentíamos que era poco. Tras esto, mientras estábamos en una de las tiendas comprando pasta de dientes y desodorante, aparece de nuevo el señor con una bolsa y nos dice tomen, para ustedes. Nosotros le decimos, no,no!! Y él insiste, cójanla, cójanla. Y desaparece. No lo volvemos a ver más. La bolsa contenía, una tableta de chocolate de las más caras del mercado, un paquete gigante de galletas con pepitas de chocolate y un paquete de cacahuetes. Son cosas que no hemos comido en todo el viaje,... No nos lo podíamos creer!! Por qué? Siempre pensamos que las cosas que uno da, las recibe de vuelta,... ¿pero? ¿Qué habíamos dado nosotros para recibir esto? Quizás la lección sea que hay que saber recibir, sin más. 

Por todo esto, Tanah Rata no ha pasado desapercibido para nosotros. Fueron días de descanso, de ver pelis y de descubrir una parte de la humanidad que creíamos extinta. 

Un beso a todos. Ahul.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Primos!! Veo que en Tanah Rata todavía queda gente buena , me alegro por ustedes y por lo bien que percibimos que lo están pasando jejeje, aquí como novedad comentarles que llueve!! , no mucho pero moja algo y mucho viento. Las fotos muy bonitas , como siempre, un besote muy fuerte.

Marivi. ;-)

Anónimo dijo...

Hola gente!!, que guapo está Malasia!, deben haber selvas muy bonitas. Seguro que de esas granjas de mariposas deben salir muchas de ellas al mercado, por internet o a grandes compradores, son todas las típicas de ese comercio. Muchos saludos!, ya va quedando menos....
Rober

Rebe dijo...

Chicoos! q guay! Tanah Rata!! q entrañable ver las fotitos en las plantaciones y en las granjas!! jajajajaj q recuerdos! nos habremos quedado en el mismo hotel?? nosotros tb teniamos tv con satélite...jiji y había un cartelazo que prohibía comer duriones en las habitaciones ;) no cenaron en el bunga suria?? se van de ahí a taman negara como hicimos nosotros?? jajajja a la vuelta ya compartiremos experiencias!! muy bien lo del autostop!! well done! y sí, la gente es maravillosa... q bueno el señor! ahora con más ganitas aún de leer la próxima entrada! :D millones de besos y más besos!

Ana, Valen y Valentín dijo...

Hola hermano, todavía existe gente buena en el mundo, me alegro de las cosas bonitas que les pasan, y de que estén tan bien y felices. Hasta pronto chicos. Un beso muy fuerte.

Anónimo dijo...

Yo prefiero plantaciones de otras cosas pero ahí lo dejo!! Rata, encontraste tu lugar no? de ahí nadie te saca fijo que no te piden nada!! RATATTUII!!
Y como siempre digo, a GOSSARLA!!!



Kompa