domingo, 8 de abril de 2012

Koh kong y paso de frontera a Tailandia

Este día tocó madrugón. La guagua de Phon Penh salió a las 7:30 de la mañana. Nos esperaban un poco más de cinco horas antes de llegar a nuestro destino: Koh Kong, en el lado más sudoccidental de Camboya, pegado a la frontera con Tailandia. Cometimos el error de subirnos al bus sin desayunar porque pensábamos que a la hora y poco pararía, como siempre hacen. Pero hasta las 11 no pudimos comernos 2 huevos duros cada uno y media piña tropical. Eso fue suficiente hasta llegar al destino y poder encontrar un lugar donde alojarnos los dos días que teníamos pensados pasar allí y ver cómo funcionaba el pueblucho. Realmente los alrededores son brutales. Rodeado de parques naturales, de selva y cataratas, un río con manglares, pájaros y otros animales,... pero el pueblo en sí es nada. Nosotros básicamente lo utilizamos de base para cruzar a Tailandia, ya que nuestro presupuesto no nos permite ninguna excursión por los alrededores. A pesar de el pueblo ser nada, sí que tiene un mercado bastante grande y una vida que gira en torno a él. También tiene la peculiaridad de tener un río que lo pasa y por tanto hay movimiento de pescado y barcos.
 Normalmente los pescados suelen estar vivos y, a veces, salen de las bañaderas donde los tienen. Es, más que nada, gracioso, aunque a las señoras no les hace gracia estarlos metiendo todo el rato.
En el muelle de pescadores un señora que va a la última (no es coña). Los pijamas son la última moda en Camboya (y también Vietnam). Tienen de todos los colores, pero sobre todo les encanta el naranja,... Ésta en concreto optó por un rosa más discreto.

Éste es el primer pueblo al que llega la gente cuando viene desde Tailandia hacia Camboya y encontramos, sorprendentemente, algunos precios más caros de lo normal. Hemos estado pagando 500 rieles durante todo el viaje por un zumo de caña, pues aquí vale el doble... así que aquí no cayó zumito ningún día (no nos importó mucho, veníamos de hartarnos). Y con el agua para beber, lo mismo. Juegan al despiste. Vienes de Tailandia, no sabes cuánto cuestan las cosas y te la hacen. Sin embargo, ni el alojamiento ni la comida son más caros. Nos alojamos por 5$ y comíamos por 1 (ya saben, arroz con... o bocadillos), vamos lo normal del país. Sin embargo los dulcitos mañaneros para desayunar (tipo plátano o tapioca frita o bolitas de harina frita que sabe a churros) sí eran más baratos (si cabe).
 Nuestro último bocata,.... ¡Oh! Te vamos a echar tanto de menos,...!!! Tres meses comiéndote, haciéndonos felices cuando llegabas a nuestras manos ansiosas por engullir cualquier cosa,... Benditos franceses que dejaron esta huella en la Conchinchina.
Los bibalbos tan famosos en este país. Aderezado con picante los comen a todas horas tipo snack. 

El día que nos toca irnos, otro madrugón. Nuestra intención es llegar ese mismo día a Bangkok, así que optamos por despertarnos a las 6:30, ir al mercado a gastarnos los rieles que nos sobran en dulces y echarnos a andar a ver qué pasa. Al 4º paso ya tenemos varios motoristas haciéndonos ofertas. Gana el que más bajo deja el precio. Son sólo 9Km y no nos importa hacerlo caminando porque aún no hace calor. Pero Migue saca una motillo por 4$ que incluye el peaje del puente. Así que los dos a la moto con las dos mochilas. Al principio creemos que vamos en dos motos, pero no, el caballero propietario de la moto no está dispuesto a repartir el dinero con nadie y nos vamos los 3 y las dos mochilas destino Tailandia.

Aquí ponemos punto y final a Camboya, país con unos mangos deliciosos, que ha sabido cerrar bien las heridas de su negro pasado. Conocen su historia y no quieren repetirla. Aún hoy siguen procesando (con un tribunal internacional) a los responsables del genocidio de finales de los años 70 (Si España tomara nota, otro gallo cantaría). Han pasado hambre, penurias,... y una de las consecuencias de eso, son las tradiciones culinarias que aún hoy las mujeres mantienen (secado al sol de víveres sobrantes para conservar que se ve en las calles de todo el país).
 Cruzando el puente.

 ¡¡¡Nos vamos para Tailandia!!!

Salida del país perfecta y entrada en Tailandia sin problemas (en mi pasaporte me sellan  que entramos el día 4 cuando es día 5. Se dan cuenta y me lo corrigen a mano, espero no tener problemas por esto). A partir de este día tenemos 15 días (porque entramos por tierra) para estar en el país sin pagar nada. Sólo si quieres ampliar visado es necesario pagar.
 Rellenando el formulario para entrar en Tailandia.

El pueblo al que llegas cuando entras en Tailandia se llama Hat Lek, y desde ahí tienes que coger una furgonetilla que te deja en la estación de guaguas de Trat. Nosotros, nada más entrar en Tailandia, caminamos a ver qué se cuece por ahí. No sabíamos que sólo hay una compañía de minivan que hace este camino, así que siempre nos gusta ver cómo va la cosa. Y mientras caminamos, una señora nos pregunta que si vamos para Trat a lo que le decimos que sí, y aquí empieza nuestro pequeño calvario que duraría hasta las 11 de la noche. Le preguntamos que cuánto nos cuesta y nos dice que 100 baths. Buah!!! Genial, pensamos. La minivan son 120, así que optamos por subirnos en el jeep del marido de la señora.
 Primer viaje a Trat donde no sabíamos lo que nos esperaba.

La sorpresa fue cuando llegamos a la estación de guaguas de Trat, a 83 kilómetros de dónde estábamos, que el señor nos pide 1000. ¿Qué pasó? Pues que la señora, que no habla inglés, se quiso hacer el "bisnazo" con dos falangs (extranjeros),... Total, empieza la discusión y a darnos cuenta de que todo había sido un malentendido. Ellos habían cometido un error que nosotros no podíamos pagar. La cosa se pone tensa y el señor llama a la policía. Empezamos a cagarnos pensando que nos podemos meter en un problema. Nuestra intención todo el rato es pagarle los 100 baths de cada uno, osea, 200 baths que Migue tiene todo el rato en la mano. Llega el policía, que para nuestra sorpresa, no se implica en el jaleo, sólo observa. Y viene uno que habla inglés y hace de traductor (pero que también se enfada porque no pagamos y piensa que somos ricos por ser extranjeros). Yo no sé ni cuántas veces Migue le suplicó al señor que cogiera los 200 Baths "please, please..." Pero nada de nada. Se nos escapa la guagua de las 10 para ir a Bangkok. Ya se nos tuerce el día. La única solución que nos propone el hombre (para jodernos) es que volvamos para atrás de nuevo con él, sin pagar nada, y que cojamos la furgonetilla. No nos quedó otra. El policía nunca intervino porque enseguida se dio cuenta que no había mala fe y que realmente el error fue de lenguaje por parte de ellos. Así que 83 Km de nuevo hacia atrás, más otros 83 para volver a la estación de nuevo. Absurdo y de locos, sí, pero era nuestra única alternativa. Él perdió y nosotros también. Llegamos a tiempo para coger la guagua de las 13 horas con destino Bangkok.
Por fin nuestras mochilas dentro de la guagua destino Bangkok.

Besos y abrazos para todos. Ya contaremos más cosas en la siguiente entrada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Primos!!!!! Que sustillo no? Lo estaba leyendo y con miedo de lo que podía seguir, pensé, hay mi madre! que se los llevan detenidos .... Pero menos mal que todo quedo ahí.
Por cierto me gusta la nueva moda en Camboya del pijama..jejeje y los tres en la moto hubiese sido digno de ver.....Un besote muy muy fuerte, cuídense mucho.

Marivi.

Anónimo dijo...

Ñooos, hijos, vaya cosa esta, eh? Mira que la pifia la pagasteis cara, pero yo hubiera hecho lo mismo, que no me la den con queso. Como experiencia, va de miedo, el marido debió poner a parir a la doña por su error, porque hizo el viaje para nada, gastó la gasolina y no ganó ni perra chica.
Migue, cuando vengas ni en sueños hago bisnes contigo, que ni la poli te hace caso, rata, eres un pringadillo falang.
Besos niños

Ana, Valen y Valentín dijo...

Hola chicos, que susto, bueno al final salió todo "bien". Me pido un pijama fuxia, para pasear por la Calle Castillo... Un besito para los dos.

La rata dijo...

Mil no, dos mil le deberías haber dado. Lo que no tengo claro es que pinta el policia ahí. Acaso estás obligado a pagar un servicio que ofrece una ñora con su marido. Imagino que el poli lo llamaron para intimidar o porque le tenían miedo a la ratilla. Con esas barbas y esas gafas de pasta yo ni te paro,jeje...... Mucha suerte y sigan fuertes.

Marta dijo...

A ver.... que es eso de estar de ocupas en casas ajenas??? ustedes no saben nadar???? si viene un tsunami se echan unas brazadas y asi le siguen el ritmo a peby jajajajaja me alegro que todo haya quedado en un susto y a ver si se vienen ya!!!! aunque bueno,.... solo si me traen algo jajajaja es bromita!!! besosss

Marta dijo...

Por cierto, dice mi madre que la tuya ya te tiene la toalla amarrada a la ventana pa que subas