sábado, 31 de marzo de 2012

Siem Reap: Los templos de Angkor

Tras 11 duras horas de guagua llegamos a Siem Reap, la ciudad que acoge los Templos de Angkor. Un conjunto de edificios religiosos que empezaron siendo construidos mientras el hinduismo era la religión por excelencia en esta zona, y acabaron el conjunto del mismo cuando el reinado cambió al budismo. Visita obligada si viajas por el sudeste asiático por su magnificencia, belleza e historia. Los templos fueron construidos cuando el imperio jemer estaba en su mayor apogeo durante los siglos IX al XV. Tras diversas invasiones a dicho imperio, cayeron en el olvido menos el principal, que recibió el nombre de Angkor Wat, y fue mantenido en el tiempo por monjes budistas. Los demás fueron engullidos por la selva hasta el siglo XIX que fueron descubiertos por un naturalista francés mientras cazaba mariposas y fue quien dio a conocer popularmente estas edificaciones en occidente, aunque hay algunos pocos documentos que constatan que ya se habían descubierto con anterioridad.

Nosotros visitamos 4 de los más de 15. Hay que tener en cuenta que, aunque están cerca unos de otros, no se pueden visitar caminando. Hay que hacerlo o bien en bici (como lo hicimos nosotros) o bien en tuk tuk o en guagua con un tour. Nosotros elegimos la bici porque es muy bonito pasear por la carretera con bordes de selva y porque es la forma más barata. En total nos hicimos unos 30 kilómetros y, aunque acabamos reventados, la energía empleada para visitar los templos que elegimos mereció la pena. 

El día empezó a las 5 de la mañana cuando nos pusimos el despertador para observar la salida del sol desde el templo principal (ese que nunca fue realmente abandonado). Tuvimos que retroceder cuando llegamos a la puerta donde pensábamos que se podían comprar los tickets y nos mandan a otra entrada. Otra vez para atrás, ya estaba amaneciendo, así que pedaleando lo más rápido que pudimos, compramos los tickets (20$ cada uno) y llegamos justo cuando el sol subía por el templo.

 Fotos del Templo de Angkor Wat: El principal, el que nunca fue ni abandonado ni descuidado. Famoso por ver el sol aparecer por detrás de su fachada principal por las mañanas.
Fotos de Banteay Kdei: Templo construído en época budista. Se distinguen por las plantas que tienen las edificaciones: Mientras que las hinduístas presentan una planta elevada con grandes escaleras inclinadas, las budistas tienen una planta más plana en el espacio.

Fotos del Ta Prohm: Este es, quizás, el más peculiar por su aspecto de fábula con los árboles abrazando las piedras que conforman el templo. 
Fotos del Templo Bayon: Muy característico por sus caras talladas en la piedra.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La ciudad de Siem Reap está llena de alojamientos para todos los bolsillos. No nos costó mucho encontrar un lugar adaptado a nuestras necesidades ni para dormir ni para comer, donde hay, desde infinidad de restaurantes con comida occidental, hasta puestitos callejeros cerca del mercado nocturno con comida más local; y desde hoteles económicos (los nuestros) hasta hoteles de gran lujo. La ciudad tiene vida, tanto por la mañana como por la noche, y nos hemos entretenido estando en sus calles y mercados. El calor ya en esta época es grande, así que es importante hidratarse bien y ponerse a resguardo en las horas de más sol.
 Es muy típico encontrarte en cualquier esquina mujeres que improvisan sus locales para arreglar las uñas y pintarlas con dibujos. No es exclusivo de Camboya. También lo vimos en Vietnam y Tailandia.
 Zumo de caña de azúcar para llevar. Es más que refrescante y buenísimo por 500 rieles el vaso/bolsa.

Nos hemos llevado una grata sorpresa con esta ciudad en el sentido de, que a pesar de ser lo turística que es, es fácil llegar a un acuerdo en los precios con los locales a la hora de comer, por ejemplo, que es nuestro mayor reto diario. Cada vez nos molesta más que nos roben de manera descarada y, aunque a veces bajamos la guardia un poco, cuando la subimos (siempre que vemos que nos están chuleando como si fuéramos cajeros automáticos), intentamos acordar un precio más parecido al local que al extranjero (a veces conseguimos el precio real, el local, pero es muy difícil, porque es complicado distinguir cuánto cuestan las cosas. En teoría todo es muy, muy barato, por tanto, damos por válido precios aunque no sean los reales: ese es el juego del regateo).

Saludos, besos y abrazos. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primos!!!!! Tengo que decir que me encanta cuando salen juntos en las fotos, se les ve realmente felices. Las fotos de los arboles tapando lo que queda de las estructuras de piedra son espectaculares, me encantan, bueno tengo que aclarar que me gusta mucho la fotografía, por eso siempre hago mucha referencia a las fotos. Me hubiese gustado ver una fotito de los pies de migue arregladitos y con las uñas pintadas como la de la foto jejeje. Muchos besitos a los dos y a cuidarse mucho.

Marivi

Anónimo dijo...

Holita chicos, me encanta me encanta, que viaje más wapo. Los paisajes... en fin, vale la pena pagar por la visita. Prometo escribirles pronto que quiero mandarles fotos de valeria. Muchos besos valeria vane jorge

La rata dijo...

Están gozando ratillas!!!!! Estamos en contacto