martes, 27 de marzo de 2012

Sen Monorom y Kratie

Sen Monorom

Hasta el este de Camboya nos vinimos, en la provincia de Mondulkiri, con la intención de investigar una parte de este país poco turística y algo alejada de las rutas más típicas. Atraídos por unas cascadas y por un clima más suave, llegamos después de una paliza en guagua. Pero mereció la pena por las vivencias que nos depararía este lugar. Un alojamiento bueno y barato, más una comida en los locales típicos de las calles, a nosotros nos satisface, pero a esto se añade que tiene un paisaje diferente, más verde, con palmeras y mangos por doquier, y mucha agua. La selva que está alrededor del pueblo es la prueba de ello, y en las cascadas descubrimos, que aunque no es el momento con más agua del año, el espectáculo está asegurado. Los insectos y mariposas juguetonas con las piedras cerca del agua, son suficientes para después de una caminata, descansar y observar sin más.
Empezando el trekking hacia la cascada.
 Un lago que encontramos a mitad de camino,... ya les digo, lleno de agua por todos lados!!
 Íbamos con intención de darnos un chapuzón, pero ni el nivel estaba en su punto, ni llegamos sudando como en otras ocasiones. Hacía calor pero no era desesperante. Mojadita de pies fue suficiente para refrescarnos.
 
 
Fue precioso estar aquí contemplando los colores de la Naturaleza. Aquí un caballito del diablo color turquesa. Había otros negros y rojos, verdes,...

A la vuelta al pueblo, exhaustos por el pateo, nos paramos, como siempre, en un lugar para recuperar esos minerales perdidos y nos sentamos en una mesa. A la segunda cerveza, a Migue lo invitan a un chupito de whisky unos chicos que estaban allí sentados bebiendo y comiendo. Al final nos acaban invitando a lo que están comiendo, una carne con salsa muy rica y que resulta ser ¡perro!... pero sabe a carne de cabra. Nos aseguramos haciendo el sonido del perro, guau, guau,... y nos miran como si los estuviésemos tratando como estúpidos, que sí, que es perro... pues que quiten el plato de delante o Migue se lo acaba!! Y lo mismo con el whisky,... Hasta una segunda botella cayó. Un whisky hecho en París y más suave que el escocés llamado Baroso. Nos dicen que son polis y que están librando,.... Uf!!! Qué peligro, si lo sabemos antes, no intimamos tanto con ellos!! Tras descubrir este pequeño detalle, y tras haber despalillado una botella entera, nos despedidos cordialmente, muy agradecidos por la oportunidad de comer cosas diferentes (jamás hubiésemos pedido perro en ningún sitio) y por la bebida que en ese moemento ya se había apoderado de parte de nuestro cerebro. 
 Sin palabras.
Qué contentitos,...
En este lugar también probamos, por equivocación, los huevos cocidos con embrión dentro. Pensábamos que eran los huevos duros de toda la vida, pero no. Al romperlo,.. sorpresa!!! Pues nada, a probarlo, qué le vamos a hacer. Al final, la comida comida es, y tenemos montado un sistema de prejuicios alrededor de ella muy grande, así que a romperlo si es posible. Al final ese huevo sabe a huevo y a pollo. La yema sigue estando y, aunque más desarrollada, sabe igual, y lo blanco, es el embrión desarrollado. Empieza a tener unas cuantas plumas, pocas, imperceptibles para ellos, no para mí, que estaba observando absolutamente todo lo que me metía en la boca, y el piquito empieza a desarrollarse, pero está tan blando que es imperceptible en el paladar. No sé si repetiré o no este plato, pero de hambre no me muero, eso seguro. 

Kratie

Desde Sen Monorom cogemos una guagua, con madrugón incluido, y al medio día ya estábamos en Kratie. Un pequeño pueblo bañado por el Mekong y con unas puestas de sol que prometen espectáculo. Cerca de este lugar hay también unos delfines de agua dulce llamados Delfín del Irawadi, y es por esto que la gente acude principalmente a este lugar. Nuestro caso fue una parada técnica y aprovechamos para mercadear un poco, comer rico y barato y descansar, que todavía tenía agujetas del pateo de los días pasados, y es que el lugar tampoco da más de sí.
 
 Mercado central. Por ahí dentro, eso es un mundo!!... y no lo parece a simple vista.

 Calle principal con puestos de verduras, frutas, dulces, panes, ropa,... a ambos lados de la calle.
 
 Puesto callejero de carnes a la barbacoa. Justo al atardecer, cayendo el sol, empiezan a humear para en unas horas servir lo cocinado (los muslos de pollo estaban de muerte).
 
 Puesta de sol en el Mekong desde Kratie.

Aquí dejamos otro cachito de nosotros con estas letritas, a la espera de tener más cosas que contar.

Un beso enorme para todos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primos!!!! Pero que es eso de comer carne de perro y beber con polis? Cuando tía chary se entere.....hay dios mío jejeje.. Bueno los paisajes y la cascada súper bonitas, se me ocurre preguntar, cuantos pares de cholas o de tenis llevan ya? Porque menudos pateos. Un besote muy muy fuerte a los dos y a cuidarse mucho (ese estomago tiene que estar ya a prueba de bomba). ;-)

Marivi

Rebe dijo...

Toda una experiencia culinaria! claro q sí! no hay q hacerle ascos a nada y sin probar no se puede opinar... como bien dicen, la comida, comida es! diferente sería si fueran vegetarianos... jejej millones de besos y más besos pa los dos!

Anónimo dijo...

Nitoooosss!!! foooosss que asquito, no? huevos podridos de esos, que horror!! y carne de perrooo!!! mi madre si que están pasando fronteras, ajaja. ya me dijeron que hay fecha de vuelta, no? asi que empieza la cuenta atrás. disfruten lo máximo lo que les quede y un besito muy fuerte.
NE

Ariel dijo...

JAJAJ CECI COMO QUE TU NO HAS PROVADO LA CARNE DE PERRO???
SI VIVES CON UNO¡¡¡
JAJAJA UN ABRAZO FUEERTE ¡¡¡

Ana, Valen y Valentín dijo...

Hola chicos, ¡Migue ya sabes lo que pienso de esa comida.....! las fotos de las cascadas son preciosas. Un beso y un abrazo muy fuerte. Hasta pronto hermanito.