martes, 21 de febrero de 2012

Hanoi y Halong Bay

Entrar en Hanoi fue divertido. Llegamos tempranísimo por la mañana, a las 4:30 a.m. (esas horas sólo son para acostarse) y nada más bajarnos de la guagua donde casi no habíamos pegado ojo, ya estaban los buitres salibando esperando a su presa. Los taxistas ansiosos de llevar a cualquiera de nosotros para meterles una clavada y no trabajar más en todo el mes, por lo menos. Casualmente viajábamos sólo 6 turistas, por lo que decidimos todos empezar a andar por la ciudad. Desde el sur que nos dejó la guagua, teníamos que llegar al barrio (Old Quarter) donde se encuentra toda la oferta alojativa,... claro, no teníamos prisa por llegar por lo temprano que era. Así que emprendemos el camino sin más. La sorpresa fue que, cuando llevábamos una hora caminando, tropezamos con música que en principio no atinábamos a identificar de dónde venía hasta que íbamos acercándonos y vimos a montones de mujeres bailando y haciendo aerobic en un parque (bueno, miento, también había un señor relativamente mayor y otro más joven, enchaquetado que estaba haciendo su sesión antes de ir al curro, pero como dice Migue, el pureta era el mejor,... qué risas!!!) 
 Las guaguas para dormir aquí están hechas para enanos!!
 La clase de aerobic a las 5 de la mañana!!
Tras la paradita de rigor y el bailoteo para echarnos unas risas emprendemos la marcha de nuevo. Ya sabíamos que estábamos en un parque a unos 2 km de nuestro destino, pero aún era pronto y no había amanecido, por lo que continuamos pero con la calma. La ciudad empezaba a gustarnos. La vimos despertarse y el ruido empezaba poco a poco a coger protagonismo. Ésta empezaba a ganar puntos en nuestra escala de valores. Cuando más puntos ganó fue al llegar al centro, donde las callejuelas se hacían eco entre las grandes avenidas arboladas. Esta ciudad nos ha parecido como los barrios del Raval, el Gótico o Gracia de Barcelona, por mucho que andes por ella, siempre te pierdes y te encuentras en cuestión de segundos. De hecho nuestro turismo se ha basado en descubrirla perdiéndonos todos los días. Es la mejor manera de conocerla y llegar a lugares que jamás hubieras pensado que encontrarías. Es la ciudad más típica y pintoresca de Asia que hemos visitado: la mezcla de gente, ruido, motos, comida en la calle, luces de neón, colores, olores, vendedores ambulantes,... En definitiva, y a pesar del frío que hace en esta época (hasta 9º de mínima) la vida en la calle es una constante.

El carácter de Vietnam puede chocar un  poco al principio cuando llegas. Por todo hay que regatear, desde las habitaciones, hasta la comida o los cigarros y esto puede parecer agotador, pero es la dinámica del país. Sabiendo de antemano que los turistas pagamos hasta 10 veces más por las cosas, el regateo se convierte en un juego que a veces es ridículo. Por el café puedes llegar a pagar, si quieres, hasta 2€,... absurdo!!! Cuando realmente ya descubrimos que no cuesta más de 40 céntimos (10000 dongs), pero a veces prefieren no vendértelo a rebajarte el precio a lo que es. Y como esto casi todo. Lo mismo por un plato de comida. 

A pesar de estas "dificultades" propias de ser turista y parecer un cajero andante, la ciudad tiene su gracia y encanto y no ha sido tan difícil como la gente nos decía. Tiene mercados, mercadillos, un lago, una vida nocturna muy apetecible, vida callejera, tráfico, gente. Lo más sorprendente de todo es la cantidad de motos que hay. Hay que vivirlo para saber lo que es. Esquivar el tráfico también parecía que iba a ser complicado, pero sólo hay que fijarse como cruzan ellos e imitar,... de este modo la cosa se simplifica, sólo hay que empezar a cruzar sin miedo, el resto lo hacen ellos esquivándote. 

A pesar de ser un país comunista, hay bancos por un tubo, tiendas de marcas de lujo americanas y europeas, hoteles americanos de lujo, franquicias de comida,... Ay si el tio Ho levantase la cabeza!!! En cualquier caso Ho Chi Minh parece ser un dios y su retrato aparece en los billetes, además se puede visitar su mausoleo y un museo que le hace honor ya que fue un revolucionario que luchó por la liberación y unificación de su país.

Desde Hanoi es muy fácil ir a la Bahía de Halong. Tres horas y media en guagua bastan para llegar a divisar semejante espectáculo de la naturaleza. El día estaba nublado, pero nuestros ojos brillaron cuando pudimos ver que era real lo que veíamos, que no era ningún decorado y que nosotros estábamos allí. Rocas que emergen del fondo del mar cubiertas por una vegetación verde que hacen a los ojos de cualquiera un espectáculo. Son más de 3000 islas y los ojos no alcanzan a divisar el fin del paraje natural patrimonio de la humanidad. 
 Poblado de pescadores que viven en casas flotantes
En la visita también se va a ver unas impresionantes cuevas excavadas por el agua de la lluvia dejando estas formas caprichosas que todavía hoy siguen creándose.

Un saludo a todos y hasta la próxima entrada. Muaaaaaaaaakkkk!!!!! 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primos!!!! preciosas la fotos de las rocas y las cuevas. Me alegro que todo vaya bien...un besote muy fuerte y gracias por seguir manteniendonos al tanto del viaje.

Mariví ;-)

Anónimo dijo...

Playita la justa nooo!?!?!

Kompa

Rebe dijo...

q bonito! muuuuuuuackkk

Anónimo dijo...

Acabo de veros en la TELE!!!lo primero fue uno de los pies de Ceci...¿qué hacías descalza en mitad de la calle???? jejeje....y luego ver como compartía unas palabras con "Fran de la Jungla"...mientras Migue de fondo...Estais GENIALES!!!
Un beso enorme
Yaiza

Yurena dijo...

Oléee rubiii!!!! Sigan disfrutando, menudo viajazo!!

Laura dijo...

Acabo de flipar con las rocas esas! Guapísimo! Mil besos