Hasta aquí llegamos con la única intención de visitar, al día siguiente de nuestra llegada, el mercado flotante que está a 6 km en barca por el río. Lo primero, era buscar a la barquera que nos llevase temprano por la mañana para ver el espectáculo en el que diferentes transacciones comerciales se suceden entre los locales. No nos costó mucho el regateo, estaba claro: 3 horas en total y no más de 8$. Nos decían que nadie lo haría por ese precio, pero nosotros sabíamos que sí, siempre te dicen eso para que pagues el doble, que es lo que nos pedían. Por supuesto, encontramos a nuestra barquera y quedamos con ella a las 6:30 a.m.
Ese día por la noche, pudimos cenar en la avenida a lo local. Fue baratísimo. Por 10000 dongs pudimos comer sticky rice (un tipo de arroz típico de Laos, que es pegajoso y muy sabroso) con pollo desmenuzado (como se come en nuestros bocatas o ensaladas) y con una salsita muy rica. Hay que estar al loro, nos pedían 25000 dongs al primero que preguntamos. Si recién llegas al país, puedes pensar que el precio está bien, es menos de 1€, pero en realidad comer en Vietnam es baratísimo, lo que pasa, es que a veces pagamos de más por ser guiris. En cualquier caso, ya sabíamos que ese plato no costaba lo que nos pedían, y como había 25 puestos más, no dudamos en seguir preguntando. Después de la cenita, garimbita y para el hotel a dormir, que al día siguiente vendría el madrugón. Y total, para ver a 4 barcas con fruta, pensé cuando sonó el despertador. Pero tanto el madrugón, como los 8$, merecieron la pena.
Es un mercado local, todavía no muy lleno de turistas, y donde las personas van con su barca a hacer la compra como quien va al super o a la frutería. Los que venden, señalan el producto que tienen en venta colocándolo en lo más alto de un mástil. Así, desde lejos, puedes divisar hacia dónde dirijirte para comprar las calabazas, los tomates, las piñas o las papas. También hay barcas que venden sopas, para que en mitad de las compras hagas una paradilla, o cafés, para que te espabiles, ya que, cuanto antes llegues, mejor calidad podrás comprar.
La gente hace vida en el río, y estas son sus casas.
Por si alguien quiere comprar unos cocos,...
Cargando piñas.
Déjame unos 5 kg de sandía!!
La señora fue a hacer la compra. Muchos acuden a este mercado para comprar grandes cantidades que luego venderán al por menor en el mercado local.
En ese barco venden tomates en todos los estados de maduración.
Otra señora haciendo su compra.
Petado de calabazas,... no cabe ni una más!!!
Un descansito para una sopa siempre hay.
Cuál fue nuestra sorpresa cuando la barquera nos lleva a un sitio al que no teníamos ni idea que íbamos a ir. Se trataba de un lugar donde hacen los noodles de arroz (fideos). Parecía un lugar clandestino, pero nada más allá. Se trataba de una fábrica local y familiar. Ellos hacen la pasta procedente del arroz en remojo, la calientan un poco en forma circular, la dejan secar y, por último, le hacen la forma que llevamos viendo tres meses.
El árbol del durian, una fruta muy precia en todo el sudeste asiático.
Nos metemos por este canal sin saber a dónde nos llevaba la barquera. Aparca y nos dice que nos bajemos que nos va a enseñar algo,....
Y llegamos a la fábrica. Esta máquina convierte el arroz que ha estado previamente en remojo, en una pasta blanquecina líquida porque va mezclado con agua.
Esa pasta-líquido la empaquetan en estos sacos para que escurra bien y quede más espesa.
Este chico trasvasa la pasta-líquido de estos bidones, a otros que tienen las mujeres responsables del siguiente paso al lado
Con la cáscara del arroz se mantiene el fuego que calienta una superficie de piel donde se extiende una fina y redonda capa de la pasta.
Es cuestión de segundos. No está mucho al fuego, sólo lo suficiente para que coja forma. Por cierto, es muy elástica.
Se coge del fuego y se coloca encima de este mimbre.
Se ponen al sol para secar.
Y finalmente se pasa por la máquina que los deja de esta forma y que aquí es utilizada casi a diario por cualquier persona en sopas, fritos con verduras,... Son los famosos fideos de arroz consumidos en toda Asia.
Nos metemos por este canal sin saber a dónde nos llevaba la barquera. Aparca y nos dice que nos bajemos que nos va a enseñar algo,....
Y llegamos a la fábrica. Esta máquina convierte el arroz que ha estado previamente en remojo, en una pasta blanquecina líquida porque va mezclado con agua.
Esa pasta-líquido la empaquetan en estos sacos para que escurra bien y quede más espesa.
Este chico trasvasa la pasta-líquido de estos bidones, a otros que tienen las mujeres responsables del siguiente paso al lado
Con la cáscara del arroz se mantiene el fuego que calienta una superficie de piel donde se extiende una fina y redonda capa de la pasta.
Es cuestión de segundos. No está mucho al fuego, sólo lo suficiente para que coja forma. Por cierto, es muy elástica.
Se coge del fuego y se coloca encima de este mimbre.
Se ponen al sol para secar.
Y finalmente se pasa por la máquina que los deja de esta forma y que aquí es utilizada casi a diario por cualquier persona en sopas, fritos con verduras,... Son los famosos fideos de arroz consumidos en toda Asia.
Según terminamos con la barquita, aún era temprano (9:30 a.m.) y nos fuimos a desayunar para luego recoger nuestras cosas de la habitación, no sin antes pegarnos una refrescada, y continuar dirección nuestro siguiente destino: La isla Phu Quoc.
Un besito a todos!!
Un besito a todos!!
2 comentarios:
Hola Primos!!! Que forma de hacer la compra mas chula no? Me gusta el mercado y ademas la fruta y verduras que se ven tienen una pinta excelente , por cierto, menudo madrugón no? ......jajaja yo no se si con el tute que llevan , me levantaría tan temprano....gracias por escribir tan seguido y ponernos al día . Muchos besitos a los dos.
Marivi
Hola hijos! Ese mercadillo sería mi perdición, traería a Nani ochenta mil frutas y verduras que no nos podríamos comer en la vida. Bonitas y descriptivas fotos con su pie adecuado. Muchas gracias por dejarnos participar de vuestro viaje. Muchos besos.
Padre
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