Después de un palizón en guagua, llegamos a Jaigon un pueblo bastante sucio pero que es la puerta de entrada a Bhutan, un país enclavado entre China e India. Solo estuvimos poco tiempo porque tampoco tenia más y no nos dejaron entrar en Bhutan puesto que los extranjeros no son muy bien recibidos a no ser que pagues 200 dólares diarios. La verdad es que parecía apetecible ya que no había mierda en la calle ni vacas, ni trafico caótico, ni pitas y la gente tenia pinta "normal" como nosotros pero con los ojos rasgados.
Entrada a Bhutan desde India
Bhutan al otro lado de la valla
Desayuno perfecto: Masala Dosa
Guaguas petadas hasta el techo. Sólo vista en esta parte del país
Cultivos de té, muy comunes en esta zona
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